Mad Max. Lifting post apocalíptico.
La trilogía original.
George Miller fue el creador hace décadas de una saga de films ambientados en un mundo post apocalíptico, en donde los supervivientes viven de lo que encuentran y donde el fuel es oro puro.
En ese universo, nuestro héroe Max Rockatansky (Mel Gibson) vive como patrullero de la policía encargado de perseguir a los delincuentes en un ambiente tétrico, arenoso, desértico donde solo puedes estar en un bando, o eres de los que marcan la ley, o de los que viven al margen de ella.
Mad Max- Salvajes de la autopista.
Toda saga tiene un inicio, y este es el mejor posible cuando tienes un presupuesto ajustado, y estás a finales de los años 70, para ser exacto 1979. Todas las películas que tiene esta saga, se basan en mucho trabajo de carretera, dobles de acción, y engendros de dos y cuatro ruedas que podrían salir en cualquier espectáculo americano monsterstruck.
El primero de los episodios, nos presenta el núcleo de lo que será la historia en que se basa Mad Max, la vida y milagros de Max, quien verá en este film como sus convicciones morales caen en picado a raíz de que sus seres queridos son asesinados por unos moteros, liderados por un ser sin moralidad ninguna de nombre Toecutter (Hugh Keays Byrne), quien primero acosa a la mujer de Max, Jessie (Joanne Samuel), para después atropellarla cuando huye de ellos llevando en brazos a su hija de pocos años.
Antes del hecho en cuestión que para mí es lo que hace emerger los instintos más básicos de nuestro héroe, asistimos a la lucha entre los representantes de la ley, conduciendo coches con aceleradores de Nitro (cosa que veremos por ejemplo décadas más tarde en los coches tuning de Fast and Furious por poner un ejemplo) y a carroñeros motorizados sin moral alguna.
Aquí más que la acción o la violencia que plasman en pantalla, violaciones, asesinatos, robos, lo importante es ver la deriva en que las circunstancias o quizás sea cosa del destino, meten a nuestro héroe y al final le hacen convertirse en lo que luchaba por no ser, un superviviente sin cataduras morales que le aten a preocuparse por el bienestar del prójimo.
Queda bastante claro en la manera fría en cómo “mata” a Johnny the Boy (Tim Burns), dejándole atado a un vehículo que va incendiándose irremediablemente hacía su destrucción, con solo la ayuda de una sierra para mutilarse en caso de querer escapar. La manera en que ves como conduce Max su V8 hacía un horizonte desconocido es la clave para entender hasta qué punto ha abandonado la fe en la humanidad.
A destacar en esta primera parte en cierta manera el descubrimiento de lo que llegaría a ser uno de los mejores actores de las últimas décadas, Mel Gibson, la idea de Miller de hacernos partícipes de la trama a lo western con caballos de pistones, buenos la policía de Max, los sheriff, y los moteros los malos, la banda de forajidos.
De hecho Max (sobre todo en el final de esta parte y las dos siguientes) parece ese pistolero que está de vuelta de todo y que solo se preocupa de sí mismo.
El personaje del “malo” de esta primera parte, está también entre los puntos positivos del mismo. Buena actuación de Hugh Keays Byrne, el cual si miráis IMDB interpreta al malote en este primer capítulo y repite en la producción nueva del 2015. Actor fetiche para Miller seguro.
Mi nota: 6 (bien)
Mad Max II-Guerrero de la autopista.
Segunda ocasión en que seguimos las aventuras de Max y nos encontramos con la sorpresa de que los derechos cinematográficos de la misma fueron vendidos a una productora americana.
Por tanto presupuesto más alto que su predecesora, aunque por suerte, eso no quiere decir que a mayor Budget menos ideas.
Cierto que seguimos haciendo un homenaje a los westerns crepusculares, la película basa su historia en la lucha entre unos colonos que tienen una refinería en medio del desierto, de la cual sacan el oro más preciado en esos páramos, el fuel, y son instigados por bandas de carroñeros comandados por un hombre enmascarado llamado The Toadie (Max Phipps) el cual es una mezcla de un tipo de gimnasio dopado de asteroides, y un predicador de iglesia americana.
Max entra en juego en este film después de tener un problema (intentan robarle) con un personaje bien raro, un superviviente que tiene un cacharro que vuela a duras penas (autogiro).
Y es ahí, luego de un ataque perpetrado sin mucho éxito por la banda de “forajidos” (gentes del desierto) el lugar en donde Max empieza a buscar redención gracias a sus dotes para eliminar problemas o darles una esperanza a quienes no lo creen posible.
Vemos que sigue sin querer ligar sus sentimientos a nadie, no sacrificarse por otros, solo sobrevivir.
Evidentemente su interés en llevar a uno de los colonos de regreso a la refinería después de que fallara la táctica para escabullirse de los mercenarios que les acechan, es que a cambio de salvarle de morir desangrado, le den fuel y provisiones para seguir su camino nómada.
Lo que en un principio parece que será una colaboración fútil en realidad será el primer paso para la redención de Max como ser humano.
El jefe de los colonos, Papagayo (Michael Preston) le hará revolver sus moralidades a base de decirle que en realidad él no se diferencia en nada de la “basura” que intenta quitarles su refinería.
A medida que avanza la película nos damos cuenta y Max también lo hace, que realmente nunca ha perdido la fe en los demás, y que solo le faltaba encontrar una misión justa (llevar el camión con el fuel, como señuelo sin que él lo sepa), para retornar al camino correcto, y a recordar que todos son importantes para mantener la esperanza en un futuro mejor.
Podemos tener algunos puntos interesantes en el film, como su relación con un chaval pequeño un tanto salvaje, que le ayuda en su misión, y que seguramente le recuerda a su bebé perdido en la primera parte, o la persecución al camión-tráiler final, que dura nada más y nada menos que 13 minutos.
Podemos enlazar esta parte con la última, Fury Road, en el tema de la persecución de la cuba y también en que en algunos vehículos los prisioneros (colonos) son exhibidos como trofeos. En la cuarta parte, a Max le pasa algo parecido, en el primer acto del film. Lógico si vemos que quien dirige y en parte guioniza es el propio Miller.
Mejora la anterior, y seguramente es la mejor de las tres primeras.
Mi nota: 7 (notable)
Mad Max III-Más allá de la Cúpula del Trueno.
Estamos seguramente ante la parte de la trilogía original más espectáculo-show time, con una historia ya más trillada de lo visto anteriormente, con una banda sonora potente sobre todo por las canciones de Tina Turner, y la instrumental es compuesta por Maurice Jarre.
También seguramente la que tuvo más presupuesto de las tres, y un nivel de ambientación más elaborada. Solo falta ver la cúpula del trueno, para darnos cuenta de ello.
Como decíamos anteriormente Max, regresa a la moralidad en la segunda parte y acabará el viaje de retorno a partir de la segunda parte de este film. En la primera busca a quien le ha quitado su caravana de camellos, y que tiene un avión pequeño con el que ataca desde el aire a los incautos que van despistados.
La gracia del tema es que en el segundo film Bruce Spence interpreta al hombre del autogiro, un tipo friki que vuela en un engendro, y aquí nos presenta otro personaje llamado Jedediah el piloto. Un guiño seguramente a un actor que gustó a George Miller.
Supongo que la distancia entre el segundo episodio (1981) y este tercero (1985) no era mucha, pero se creyó suficiente para que ese detalle no acabara siendo negativo. Choca un tanto, eso sí.
Emerge en esta última parte de la trilogía, un humor más cachondo, sigue el camino de redención de Max, que acabará cuando es rescatado por un grupo de niños y jóvenes que esperan el regreso de un piloto de aerolíneas al cual veneran y confunden con nuestro héroe.
Tenemos en este film, a una Tina Turner en seguramente su mejor momento musicalmente hablando, haciendo una buena performance como tía Entity y quedando para los anales de la saga como una mujer de armas tomar, maquiavélica a más no poder.
La banda sonora de Maurice Jarre es suficientemente buena como para destacar como si de un personaje más se tratara. Acompaña muy bien, los diferentes momentos del film, y quizás sea las melodías que llenan las escenas con la tribu de niños lo que mejor defina lo que es la BSO instrumental de Mad Max 3.
En otro escalafón estarían las canciones de Tina Turner que se incluyen en la misma, como por ejemplo la que cierra el film, dando inicio a los créditos, “We don’t need another hero” una pieza que en el tiempo que se estrenó el film, fue de los más escuchados en las radios, y colocado en tv su videoclip.
Como decimos más arriba quizás la trilogía en esta tercera experiencia empieza a mostrar signos de cansancio, de monotonía, cosa que haría que Miller diera carpetazo a la saga con esta última producción.
Supongo que ahora en 2015, unos 30 años más tarde del estreno de este Beyond the thunderdome, la idea de relanzar la saga con energías renovadas, con otro actor haciendo el papel que antaño protagonizó Mel Gibson, y unos efectos más actuales, han sido suficiente acicate para que el creador de la misma le dé una oportunidad de mejorar lo anterior. ¿Lo consigue? En breve sabréis si es así o no.
Nota: 6,5 (bien alto)
Mad Max 4-Fury Road.
Como os comento aquí arriba, han pasado 30 años desde que Max luchara contra las hordas de Tía Entity y saliera como siempre magullado pero entero.
George Miller supongo que intentando volver a repetir el éxito que tuvo su idea en los 80, y sabiendo que hoy en día este tipo de films pueden rendir suficientemente bien, decidió dar el paso eso si, como es lógico cambiando al protagonista, Mel Gibson por alguien que tuviera suficiente carisma como para no echarle de menos, y la elección funciona a medias. Tom Hardy.
Max Rockatansky (Tom Hardy), sobrevive de mala manera hasta que es hecho prisionero por una secta de adoradores con pinta de Andrés Iniesta pasados por harina, y comandados por Inmortal Joe (Hugh Keays Byrne, si el malote de la primera peli), un ser con rostro deformado, que acojona a base de bien solo con verle la máscara con dientes afilados que se gasta.
Por otro lado tenemos a Furiosa (Charlize Theron) una mujer que bien podría ser el espejo femenino de Max, con cuentas pendientes de ser redimidas (como él), y para conseguir esa redención secuestra a un grupo de chicas que van a ser tratadas como concubinas de Joe.
Ahí es donde entra en juego un Max prisionero de los seguidores de Joe, transportado como trofeo (le chupan la sangre a lo vampiros crepusculares), en la parte delantera del vehículo de uno de los adoradores, Nux (Nicholas Hoult) el cual quiere ganar puntos con su adorado líder.
Como se verá, en el momento que tiene que ser más contundente le falla la fe y la fuerza, por lo que será casi desterrado, y pasará por amor al bando de los perseguidos.
Vayamos a por los puntos que nos gustan del film.
1. El binomio Theron- Hardy.
Huelga decir que Miller entiende que hoy en día esto de que las mujeres sean meros objetos de las perrerías más gordas, o que simplemente sean floreros sin inteligencia alguna, como en anteriores décadas, no vende, ni es justo. Pues aquí no hay mujeres desvalidas, mojigatas, que esperen al brillante salvador en un corcel blanco, aquí las mujeres tienen brazos artificiales, escupen igual o más que los hombres, y luchan suciamente para mantenerse a salvo.
Ese duelo interpretativo entre ambos actores ayuda a que el film salga reforzado por la lucha que primero se desata entre ambos, y que luego forzados a colaborar, les hará formar un equipo difícil de batir.
2. Espectaculares escenas.
Solo faltaría que con el presupuesto que habrá tenido este film, sumado a la veteranía del equipo de Miller, no nos den escenas de acción que recordar.
En eso destacan las que vemos cuando el engendro formado por una cabina de coche y un tráiler/cubeta, es perseguido más allá de lo inimagible.
El momento que me hizo reír y aparte darme cuenta de lo loco que está Miller, es ese instante en que Max a escupitajo puro de fuel, hace que el engendro en el que huyen pueda ganar una carrera a otro que sigue tácticas parecidas, para detenerles. Momento friki Miller.
Las escenas de persecución de las bandas al vehículo que conduce Emperatriz Furiosa son como no podía ser de otra manera lo mejor del film en el apartado espectacular.
A destacar esas dos escenas por el angosto paso que van derrumbando cada vez que pasan, se ve que les sobran rocas, la verdad es que impresionan bastante.
Otro momento a destacar es la pelea entre Furiosa, Max, y Nux, donde la cámara se acelera dándole más ritmo, y volviendo a su tempus normal cuando toca. La podemos ver en algún momento como si Jackie Chan se hubiera metido en el film, porque está coreografiada al máximo, aunque la veracidad es alta, por tanto chapeau.
3. Miller atrae a las nuevas generaciones y a las veteranas.
Los que como yo pasamos de los 40, conocemos Mad Max desde hace más de treinta años, dado que de esa época es la saga. Sobretodo vimos (los que mi edad) la tercera parte con Tina Turner en el cine, y las anteriores en a DVD, o Video cassette si eres suficientemente veterano.
Por tanto a las viejas generaciones, poco nos puede sorprender lo que Miller nos presenta en pantalla, pero lo que si logra nuestro amigo George es que la nostalgia nos invada gracias a la nueva aventura del guerrero de la carretera.
La trama no es que sea súper original ya que en otros episodios ya hemos visto tribus de asesinos implacables, o lideres chalados con intenciones poco amables, pero supongo que gracias al filtro de la modernidad el film que nos ocupa adquiere una índole que para muchos será épica.
Entiendo que para quien no haya visto la trilogía inicial de Gibson, o lo haya hecho en formato casero (DVD-Blu-ray) puede no parecerle aquella mucha cosa, y en cambio esta mucho, comprensible. Yo más bien soy de la opinión de que esta parte en cierta manera es continuación de la tercera parte, una parte que ya era más el espectáculo por el show time con menos trama, que es lo que triunfa hoy en día.
Las nuevas generaciones son más de producciones del estilo de Riddick o El día de mañana, es por ello que sin perder la base de la saga de films se combina con efectos especiales tremebundos, los usados en la tormenta de arena por nombrar uno, y sumado a eso actores de moda, como Tom Hardy, se mezcla todo, y sale un producto atractivo para que los jóvenes la tengan como una de las mejores cintas de acción/ ficción de los últimos años.
En eso Miller ha sido listo.
4. Emperatriz Furiosa.
El personaje de Charlize Theron como iremos sabiendo a medida que avanza el film tiene una dramática historia tras de sí, y un deseo de redención parecido al de Max. De hecho si nos fijamos bien, en algún momento pareciera que en verdad su personaje es el descendiente de Mad Max. Tiene todos los ingredientes posibles para ser el guerrero de la carretera en versión femenina, con un carácter duro, rudas formas, preparada para la acción, y poco confiada con los demás.
Sabe que debe para redimirse a sí misma, ayudar a quien lo necesita, y como os digo, en algunas escenas supera incluso a Hardy en credibilidad.
Bravo por ella.
¿Inicio de una nueva trilogía??
Entendemos que tal como termina el film podemos estar ante el inicio de una nueva trilogía que lleve al final a hablar de un total de 6 o más películas sobre el policía Max Rockatansky.
Me gustaría eso sí, que trataran en esas nuevas producciones de explorar nuevas situaciones que varíen un tanto la más que previsible historia de las pasadas versiones. La suma de héroe + gente en peligro + líder egocéntrico que busca el poder absoluto + vehículo blindado (tren, camión, engendro) + persecución eterna, ya está más que rentabilizado, por lo que estaría bien que nos sorprendieran con algo diferente.
Puntos a mejorar.
Cuando tu interpretas a Max, se quiera o no, se debe girar la mirada hacia el pasado, hacia atrás, para ver la alargada sombra de Mel Gibson.
Sí, cuando el actor australiano, americanizado hace años, interpretó al guerrero solitario era poco más que una promesa en ciernes, por lo que en eso Tom Hardy saldría con ventaja. El intérprete de El caballero oscuro renace, o Lock, tiene el culo pelado en diferentes estilos, y en meterse en diferentes pieles con resultado positivo la mayoría de las veces.
Que me hace pensar que Hardy aún no ha pillado exactamente el nivel de autenticidad de Gibson ¿¿?? Quizás el problema sea quien es su antecesor, quizás sea porque aunque Mel sabía cómo parecer un autista sentimentalmente hablando, era capaz de revertir eso en poco, y hacerle partícipe de lo que pasa.
En cambio en esta Fury Road, Hardy transmite menos capacidad de cambio, cosa que parece perfeccionar cuando tiene que ayudar a Furiosa con su sangre casi al final del film. Falta pulir esa performance, Tom.
Otra cosa que no acabó de gustarme fueron esos momentos en que parece tener unas visiones en donde una niña parece querer requerirle algo, como si se tratara de una promesa incumplida. Quizás fuera la de protegerla a ella y a su madre, por lo que estaríamos ante una ilusión/tormento sobre su hija a la que no vio crecer.
La pregunta es, ¿Era necesario para que entiendas que su existencia es la que es?, ¿Para que se entienda que no quiere tener nada con nadie y que es un lobo solitario? No sé, para eso era mejor que hubieran intercalado imágenes mientras él sueña, a modo de pesadillas, sobre el momento en que su mujer e hija son atropellados, lo hubiera encontrado más acorde.
En líneas generales nos encontramos ante uno de los mejores films de acción post apocalípticos de las últimas décadas y también ante una renovación del personaje de Mad Max, para alegría de muchos entre los que me incluyo.
PD: Deseo que Hardy se haga más con el personaje, a mi gusto aún le falta algo para ello. Notable.
Nota de Mad Max-Fury Road: 8,5 sobre 10.
JC
viernes, 5 de junio de 2015
