Como bien define el gran crítico de series Toni de la Torre(os recomiendo la entrevista que le hicimos en este blog), Espartaco: Dioses de la Arena, es la serie que le precede (Spartacus: Sangre y Arena), con todos los ingredientes, pero, multiplicados, por 3. Más sexo, más sangre, más todo, aderezado con un guión, bastante bien ligado, para que nada desencaje en esta orgía de instintos primarios. Nos encontramos ante un ejemplo de serie precuela de la original, y que a buen seguro, tendrá los buenos índices de audiencia que está teniendo la primera,pero que debido a la enfermedad del actor principal, Andy Whitfield, y dado que no pueden empezar la temporada dos, han tenido que dar un salto temporal hacía atrás, para enseñarnos, como se crea el ludus(lugar donde enseñan a ser gladiadores), como se crean varios de los personajes que en la serie Sangre y arena, son importantes.
Vemos a Batiatus(John Hannah), y a su esposa, Lucretia(Lucy Lawless), empezando su ludus, sus negocios, pero bajo la sombra del padre de su esposo, que aunque no está presente, su leyenda, como gran hombre romano, pesa mucho en Capua, hasta el punto, de hacer difícil que Batiatus, pueda prosperar en lo que quiere, su ambición por ser mejor que su antecesor.
me lo dicen mucho, parezco André Agassi, pero con espadas en lugar de raquetas.
Claro, como no tenemos a Spartacus en esta precuela, es substituido de forma bastante satisfactoria por Gannicus(Dustin Clare), el campeón de la casa de su Domine, Batiatus, fiel, como pocos a su amo, y que demostrará que aparte de músculo, tiene sentimientos, al enamorarse(después de ser obligado a fornicar), de una esclava, que aparte de ser su amiga, es la esposa, de otro gladiador, amigo intimo de este. De folletín, verdad?
Realmente si estáis interesados en la forma de hacer de Sam Raimi como productor, y os encanta que una serie sea tan salvaje, extrema, tan políticamente incorrecta, por decirlo de alguna manera, y si todo esto lo sumáis a que os gusta ver cuerpazos en pantalla, esta es vuestra serie, no está por debajo de la primera temporada de Spartacus, sangre y arena, no os defraudará.
Si por el contrario, sois de estómago sensible, no os la recomendamos, dado que es una serie, en que lo más flojo que veréis, son toneladas de sangre estilo ketchup, chocando contra la pantalla del televisor.
Es simple diversión guarra, socarrona, extreme total.
Tiene 6 episodios, y según notícias que tenemos, de los productores de la serie, Andy Whitfield, retornará al papel de Spartacus, en la segunda temporada, la esperaremos con deleite, y nerviosismo, deseando, que sea al menos tan buena como la primera, y esta precuela.
Los que van a morir, os saludan!!!
Nota: 8 de 10.(la temporada 1, tiene medio punto más)
Fotos: Propiedad de Google Images.
JC
martes, 8 de marzo de 2011