El detective Dave Robicheaux(Tommy Lee Jones), investiga unos asesinatos en que las pistas, le llevan a pensar, que se enfrenta a un asesino en serie, que sería responsable de la muerte de unas chicas jóvenes.Llevado por una pista, encuentra el cadáver de un chico de color, lo que hará que tenga a gente peligrosa en su contra, y con pocas ganas de recordar el pasado. En su camino se cruzará gente tan rara, e intrigante, como un actor que realiza una película en la población donde vive Dave, llamado Elrod Sykes(Peter Sarsgaard), que trata bastante mal a su compañera de reparto, Kelly Drummond(Kelly McDonald,conocida por la serie Boardwalk Empire), debido a su problema con el alcohol. Aparte, se vuelve a encontrar con un antiguo amigo(Goodman), que de mayor se dedica a delinquir, a tener negocios no demasiado limpios, que vive de la prostitución, de explotar a las chicas, y Dave creerá que puede tener información valiosa sobre que pasa en ese pueblo con las chicas que desaparecen, para eso, actuará de forma poco ortodoxa, y le convertirá en su blanco en las investigaciones que Dave lleva a cabo para encontrar al asesino que busca.
corre, corre que te pillo!!!
Pero, el problema es que cuanto más se acerca a la resolución de los casos, y al sospechoso, también más se acerca el asesino a su familia, poniendo en peligro la vida de su propia hija.
Es un film, en el que destaca como no podía ser de otra manera el carisma de Tommy Lee Jones, y su duelo interpretativo con John Goodman(El Gran Lebosky), el cual será uno de los motores de este buen trabajo de Bertrand , aunque haya tenido que esperar dos años para llegar a nuestras pantallas,(vergonzoso, si vemos las chorradas que a veces nos toca tragar), y que vale la pena ver, porque aunque es una película muy "normal", muy típica del ambiente sureño de los Estados Unidos, el toque europeo de Tavernier, le da una sinceridad, una limpieza, muy reconfortante. Está basada en una de las novelas de James Lee Burke, protagonizadas por el personaje de Jones, (Dave Robicheaux), al que ya diera vida Alec Baldwin(pufff, vaya perdida de tiempo) allá por 1996, en la curiosa "Prisioneros del Cielo", a las órdenes de Phil Joanou.
Esperemos que no pase desapercibida (cosa más que probable) en la cartelera española, porque se trata de un buen trabajo, encabezado por dos grandes actores, con un ritmo pausado, que no lento, con una brillante fotografía, e intensa banda sonora, que te llevan por todo el metraje, como si de un viaje se tratara. Me gustó bastante la propuesta, del amigo Tavernier, la recomendamos, si os gustan los misterios con trasfondo racial, y sois amantes de las marismas húmedas.
Nota: 6,5 de 10.
JC
jueves, 10 de marzo de 2011