Estamos seguramente ante la secuela más loca de una saga (o al menos parece ser esa la idea), que hemos visto en los últimos 20 años. Después de la magnífica "The Kingsman : The secret service", película que allá por el 2014 nos sorprendió gratamente por su frescura y originalidad, nos llega esta secuela llena de gamberrismo y acción. Sinopsis y opinión.
Sinopsis
Gamberrismo, locura, acción trepidante y parodia sin tregua
Ya desde el prólogo podemos darnos cuenta de varias cosas. La más evidente que nos encontramos ante una parodia del universo espía incluso más exagerada que la que se daba en el primer episodio de la saga dirigida por Matthew Vaughn ("Kick Ass", "X-Men first class") y que seguramente gustará a quien simplemente quiera acción dirigida hacía el exceso, disfrute del humor en más de una escena de trasfondo escatológico, o sea fan del cast, uno de los aciertos del film. Vayamos a los aspectos que nos gustaron.
Cast/ protagonistas
¿Porqué cambiar lo que ya funcionó en la primera parte? Supongo que habrían discusiones entre los responsables de la productora y el equipo que la dirige sobre la idoneidad de recuperar un personaje que era clave en la primera parte debía regresar en esta nueva adaptación del comic de Mark Millar.
Nos referimos al que interpretaba Colin Firth. Aunque cogido un tanto con pinzas la verdad es que cumple con estilo, sobriedad y carisma su papel aquí más secundario que en la antecesora. Como es de entender el personaje de Taron Egerton debe relevar al de Firth en importancia y creo que van por ese camino.
Tenemos como no puede ser de otra manera en cualquier película de espías, al mal personificado en la piel de Julianne Moore, quien da vida a una magnate de la droga con ansias destructivas a escala mundial, la cual vive en su fantasia construida en medio de la selva, ambientada en los años 50, algo muy "Grease" sin Travolta ni Newton John.
Mark Strong da vida como de costumbre a Merlin un comodín para los agentes. Es un actor que tiene una virtud importantísima y es la de ser sobrio en pantalla.
Elton John tiene varias escenas en las que simplemente es él. Para la mayoría de las personas al verle de tal guisa en el film podría ser desde extraño a ridículo, pero creo que el propio John y sobretodo Vaughn saben como desde el humor más loco proyectar la interpretación del cantante británico.
Nos referimos al que interpretaba Colin Firth. Aunque cogido un tanto con pinzas la verdad es que cumple con estilo, sobriedad y carisma su papel aquí más secundario que en la antecesora. Como es de entender el personaje de Taron Egerton debe relevar al de Firth en importancia y creo que van por ese camino.
Tenemos como no puede ser de otra manera en cualquier película de espías, al mal personificado en la piel de Julianne Moore, quien da vida a una magnate de la droga con ansias destructivas a escala mundial, la cual vive en su fantasia construida en medio de la selva, ambientada en los años 50, algo muy "Grease" sin Travolta ni Newton John.
Mark Strong da vida como de costumbre a Merlin un comodín para los agentes. Es un actor que tiene una virtud importantísima y es la de ser sobrio en pantalla.
Elton John tiene varias escenas en las que simplemente es él. Para la mayoría de las personas al verle de tal guisa en el film podría ser desde extraño a ridículo, pero creo que el propio John y sobretodo Vaughn saben como desde el humor más loco proyectar la interpretación del cantante británico.
Acción a ritmo de cómic
Ya en la primera parte pudimos disfrutar de un nivel de acción con unas dosis adecuadas para lo que era el film, una presentación de la historia basada en la novela gráfica de Millar dibujada por Dave Gibbons, en esta ocasión, conociendo ya todo el universo de Kingsman, lo expandimos hacia el infinito con unas escenas que rozan el exceso en más de una ocasión.
Empezando por ese prólogo tan Bond, esa lucha en el taxi, vehículo que podría salir en cualquier film del nombrado agente, con esos enfoques de cámara, saltos, piruetas, la consiguiente persecución entre coches, para acabar por la inmersión en ese estanque. Todo muy 007. Un gran inicio.
Podemos nombrar diferentes momentos en la película donde la acción es centro de nuestra atención, destacamos la gran escena en la pista de sky en donde los personajes de Taron Egerton y Pedro Pascal tienen que sobrevivir a una caída por la ladera de la montaña dentro de una cabina del teleférico. Simplemente espectacular.
Otra que es destacable sería cuando Firth, Egerton y Pascal quedan emboscados por los "malos" en una cabaña, y deben salir a lo "dos hombres y un destino", extraordinaria escena.
El enfrentamiento final (no diremos contra quien) también es remarcable por esa capacidad de Vaughn de filmar la acción como si estuviera sacada directamente de las viñetas del cómic del que bebe la adaptación cinematográfica.
Encuentro bastante acertado la introducción en la historia del pariente americano de los Kingsman, The Stateman, comandado por un correcto Jeff Bridges, y secundado de manera acertada por los agentes Tequila y Whisky en las pieles de Chaning Tatum ("Foxcatcher") y Pedro Pascal ("Narcos"), más la versión femenina de Merlin ( Mark Strong), Ginger, en las curvas de Hally Berry. Muy buena opción para futuras películas la aparición de la agencia norteamericana.
Humor blanco, escatológico, gamberro
Que el cómic del que es adaptación este film (dicen que en esta ocasión no se parece demasiado) tiene su dosis de humor es algo altamente demostrado. En este film tenemos varios ejemplos de humor de diversa índole, escatológico en el prologo cuando el protagonista acaba en una infecta alcantarilla que haría vomitar al más pintado.
El humor mas gamberro también tiene su lugar en el film, pasando por la misión de introducir un localizador en la vagina de la novia del esbirro de la mala malosa Moore, siguiendo con gente que acaba en la trituradora de carne y se convierte en hamburguesas, o abuelos que hacía tres semanas que no evacuaban y que por azares del argumento ajustan sus intestinos de manera más que satisfactoria.
La escena de la cena del personaje de Egerton con su novia en el palacio de los papis suecos tiene un final muy gracioso por un tema tecnológico. Esto de la tecnología tiene un peligro.....
Tenemos ejemplos de todo tipo, sumando a ello los típicos chascarrillos habituales en este tipo de films.
Resumen
Nos encontramos ante una secuela de un film que nos sorprendió en 2014. Como pasa en muchas producciones que son segundas partes, el artificio supera a la historia, se centra más en la acción, y poco en presentar personajes que ya conocemos.
En líneas generales podemos decir que esta segunda parte le gustará a quien adore la primera, eso si, viéndola más como un film llevado al límite en cuanto a la acción y efectos especiales (alguno de ellos un poco chuscos), el humor y como no sabiendo que la historia no sería para tirar cohetes.
Nota Kingsman 2: 7 sobre 10
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