EL SEXTO SENTIDO, EL RENACER DEL CONCEPTO ESPÍRITU.
Era 1999, la vuelta de dos grandes como George Lucas, y Kubrick con la que iba a ser su ultima película.
Entre estos grandes del cine, un poster, Bruce Willis, la verdad un actor ya un poco de capa caída, junto a un chico, un tal Haley Joel Hosment, y junto a ellos firmando la película un tal M. Night Shyamalan, un director que apenas había dirigido un film menor con Rossi O Donell.
El sexto sentido 1999, época de la consagración de nuestro Pedro Almodovar.
La película fue un absoluto éxito de critica y publico, un boca a boca continuo, una de esas películas que se te quedan marcada en la retina y en el cerebro para siempre, con frases míticas como "en ocasiones veo muertos" , pero la misma película en sí es una acumulación de simbolismos, llenos de misticismo y de un miedo a la muerte propios de las raíces del propio Shyamalan, un conflicto con la soledad, con la familia desestructurada, y es que en el plano subjetivo en mi humilde opinión esta película, no entraría en lo que llamamos genero del terror, yo creo que es una película basada en los miedos internos del ser humano y mas propia de lo que se llama thriller psicológico o melodrama.
El gran éxito de esta película radicó en un cambio absoluto del genero espiritual, un cambio que hizo la película mas humana, cercana y terrenal, y que conecto con el alma de cualquier espectador que fuese a verla, porque si la analizamos fríamente podemos contar tres sustos mal contados, lo que de verdad aterroriza es la atmósfera que el director supo plasmar, una atmósfera llena de miedos mas propios de nuestra tierra que del propio plano espiritual.
También y a su favor, supo mentirnos, y dar un giro radical al final de la película, yo mismo jamas me pude imaginar tal osadía y tal imaginación, un final mas propio de otra dimensión que de la nuestra.
Para mi fue un privilegio poder haberla visto en su estreno, fue algo mágico ver aquellos títulos de crédito a la vieja usanza, y esa música de James Newton Howard un músico excelsamente melódico y que ya adoptarían Shyamalan para larga parte de su filmografia.
Me di cuenta enseguida que Bruce Willis no era el de siempre, no era ese actor con cara de asco y con ganas de cargarse todo lo que pillara, era algo diferente, algo especial, su mirada decía quiero otra oportunidad, como psicólogo infantil, supo sacar partido de todo el potencial que lleva dentro, y que aquí explotó al máximo.
Y que decir del peque y la madre? La escena final del coche, una escena sencilla como ninguna muestra a las claras de que iba el cine de este Shyamalan sencillez pero impactante, una escena impresionante y que lejos de pretender ser un arquetipo del genero dramático la mezcla de drama y mundo espiritual hacen de esa escena un símbolo de esta película y gran culpa tuvo de que este dúo estuviese nominado en la edición de esos Oscars.
Una de las premisas del cine del director hindú, y que también se puede comprobar en películas posteriores es que parece que solo nos quiera contar la cabecera de una historia, que lo importante son los principios en si mismos, y por encima de todo el miedo al agua, no se que trauma tendría este hombre con el liquido elemento pero en cada una de sus películas refleja claramente el terror acuático.
Desde mi percepción creo que con el tiempo esta película porque tiene todos los elementos que lo justifican y sobre todo una elegancia pasmosa mezclada con una sencillez absoluta, debe pisar el olimpo de los clásicos y verse frente a esos mitos del cine que cada uno tenemos clavados en la mente.
Y me gusta mucho este director porque viendo su posterior filmografia observó un principio muy importante y es la fidelidad a unos principios y unas ideas, cuando esos principios se destruyeron por culpa del mercantilismo de la burda Airbender o de la patética After earth, supo salir del pozo y empezar de nuevo y como rectificar es de sabios es de agradecer que lo hiciera.
Para terminar y en resumen para mi una película tan deliciosa como trágica, tan espiritual como terrenal, tan sencilla como sobrecogedora, y sobre todo tan real como la vida misma.
Una película que debe tener raíces y crear un genero en si mismo, el de crear una obra maestra de la nada y con los mínimos medios posibles porque este gran director a lo Alfred Hitchcock abrió la puerta y mostró el camino de como hacerlo, y así es como el cine que amamos siempre estará vivo y dándonos la magia de ver lo imposible hecho realidad.
Nota El Sexto sentido: 9,5 sobre 10
JC
sábado, 30 de septiembre de 2017