Todo empieza en un lugar de tantos, en un domingo cualquiera no diferente a otros vividos con anterioridad por el protagonista de nuestra aventura, el inspector de policía Santos Trinidad(José Coronado), yendo de bar en bar emborrachándose, para no pensar en nada, para olvidar su triste existencia, cuando por casualidad acaba su día en un puticlub de carretera, donde se verá involucrado en un delito por asesinato(3 para ser exactos), y ahí, empezará su vía crucis, ya que alguien consigue verle suficientemente bien, como para ponerle en problemas con la justicia. Usando sus contactos como agente, intentará dar caza al testigo para eliminarlo de la ecuación.
Paralelamente a estos hechos, la juez Chacón(Olga Alamán) investiga el caso de la casa de citas ayudada por otro inspector, Leiva(Juanjo Artero), y lo que parece la caza del asesino, desembocará en algo mucho más peligroso.
No es de pega, es de las buenas. jejeje
La juez intentará coger al responsable de la muerte de esas personas, Santos evitar que se sepa que él está involucrado en el caso, yendo tras las pistas del único testigo, y el giro argumental del último tercio del film, nos dará a entender que algo que parece blanco, no lo es tanto, e incluso que algo que no pensabas que fuera en una dirección, acaba yendo, y acabando, donde menos lo esperas. A veces las cosas que observas cambian de forma, y son diferentes a como parecen a simple vista. Si queréis saber a que me refiero, será mejor que vayáis a verla en el cine. Vale la pena. Coño! Es enseñar la placa, y te quedas solo!!
JC
martes, 14 de febrero de 2012